10 buenas razones para bucear en Mayotte

by spotmydive


Situada en el Océano Índico, en el canal norte de Mozambique, entre Madagascar y África, Mayotte es, en muchos sentidos, un destino mágico. Petite-Terre y Grande-Terre, las dos islas principales que componen Mayotte, seducirán a los viajeros en busca de naturaleza y tradiciones, demandando magníficos parques subacuáticos pero también finos gourmets. Descubra las 10 buenas razones para convertir a Mayotte en su próximo destino de vacaciones.

1. La laguna más bella del Océano Índico

La laguna de Mayotte es una de las más grandes del mundo pero también una de las más bellas. Su doble barrera de arrecife se extiende a lo largo de casi 195 km, mide de 100 a 500 metros de ancho y se encuentra entre 3 y 15 km de la costa.
La primera barrera se encuentra a sólo 200 metros del borde y por lo tanto es accesible para todos los nadadores que se toman la molestia de alcanzarla. Bucear en Mayotte te permite observar una fauna y flora tropical de gran belleza con un ecosistema totalmente diferente día y noche. Mayotte se distingue por tener una diferencia de hasta 4 metros entre el mar bajo y el mar alto. En caso de marea alta, podrá admirar los corales al aire libre. La temperatura del agua en la laguna permanece muy agradable durante todo el año oscilando entre 24 ° y 30 ° C. Para mayor claridad de las aguas, favorecen los meses de junio, septiembre y octubre.

2. Fabulosos canales

Quien dice laguna, dice magníficos canales. Hay doce a lo largo de la doble barrera de arrecife. El más famoso, el canal S, es una curiosidad geológica y biológica que explica su fama internacional. Es un sitio popular para el buceo en Mayotte porque ofrece una amplia gama de profundidades y paisajes submarinos, permitiendo la observación de especies raras como los peces Napoleón, las grandes rayas, las tortugas marinas o los tiburones. Los canales, de 60 a 80 metros de profundidad, son los más recomendados para buceadores experimentados, ya que las corrientes pueden ser fuertes durante los períodos de marea alta.

3. Viajes al mar ricos en sensaciones

La laguna, los canales y las zonas de Mayotte son la puerta de entrada de 24 especies de mamíferos marinos. Por lo tanto, muchas estructuras locales y centros de buceo ofrecen excursiones de un día para observar esta vida salvaje.

Paseo con delfines

Los delfines son una de las especies esenciales de la laguna y varias colonias de delfines viven allí durante todo el año. Los delfines nariz de botella y los delfines jorobados permanecen dentro de la laguna. Por otro lado, los delfines de pico largo, los delfines Fraser, los delfines Electra y los delfines manchados evolucionan fuera de la laguna. En el caso de estas últimas especies, se observan regularmente grandes grupos de 500 individuos.

Paseo con ballenas

De julio a octubre, la laguna de Mayotte alberga muchas sorpresas. Las ballenas jorobadas regresan de la Antártida y vienen a dar a luz en las cálidas aguas de la laguna donde encuentran paz y protección para sus crías. Es un espectáculo inolvidable en muchos sentidos.

4. Una biodiversidad aún bien conservada

Mayotte tiene una biodiversidad extraordinaria, una de las más ricas del mundo sobre y bajo el agua. La isla tiene muchas reservas para proteger, en la medida de lo posible, su enorme patrimonio.
En tierra, hay alrededor de 140 especies de aves, 15 especies de mamíferos y docenas de especies de reptiles.
Bajo el agua, hay 250 especies diferentes de coral, 760 especies de peces tropicales y no menos de 3.616 especies marinas, pero esta cifra está obviamente subestimada.
Mayotte también alberga una pequeña población de dugongos, estimada en menos de 10 individuos, y por lo tanto en peligro crítico. Las tortugas marinas – tortugas verdes y carey – también forman parte de las especies emblemáticas de la laguna y, como tales, están protegidas.
Los tiburones también están bien representados en Mayotte: 24 especies de tiburones habitan las aguas de la isla, incluyendo el tiburón gris de arrecife, el tiburón punta blanca, pero también, ocasionalmente, el tiburón martillo o el tiburón bulldog.
Finalmente, de febrero a junio, se puede nadar con mantarrayas. Estas criaturas marinas que pueden alcanzar los 7 metros de envergadura para un peso de 1 tonelada, eligen residencia en la laguna. Equipadas con aletas de esnórquel, es posible acercarse a ellas y observarlas mientras se alimentan en las transparentes aguas de Mayotte.

5. Un reducido número de turistas

Mayotte atrae cada año “sólo” 60 000 visitantes en un territorio de 376 km2. Un espacio tranquilo, espacios abiertos, olores embriagadores y ¡una naturaleza salvaje que se reserva múltiples aventuras!

6. Una isla moldeada por volcanes

Mayotte es el resultado de la unión de dos edificios volcánicos formados hace unos 15 millones de años. La isla es un verdadero placer para la vista ya que ofrece una amplia gama de colores: orillas férricas, valles cultivados, crestas, arrecifes de rocas negras, playas blancas e islotes, formaciones geológicas raras como las padzas, bosques exuberantes…. Las 2 islas que componen Mayotte también son ideales para el senderismo. En Petite-Terre, los valientes se unirán al Dziani Dzaha, cráter volcánico convertido en lago al que se puede dar la vuelta y admirar en el lado este el arrecife de coral. En Grande-Terre, dos picos aguardan a los alpinistas: El monte Combani en el centro de la isla y el imponente monte Choungui al sur, en cuya cima descubrirá un magnífico panorama de 360°.

7. Mayotte, a la vanguardia del ecoturismo

El turismo es una actividad que puede generar una serie de molestias para la vida silvestre. En Mayotte, nada de esto, las estructuras turísticas ofrecen excursiones en la naturaleza, destacando el respeto y la preservación de la fauna y flora local. En el programa: destilación de flores de ylang, cosecha de sal, visita de los restos de una azucarera, senderismo o escalada por la red, descubrimiento del patrimonio histórico y religioso…. Las excursiones son muy variadas y representan muy bien la autenticidad de la isla y su gente. Aportan verdaderas novedades y sensaciones inolvidables.

8. Una gastronomía refinada

Viajar al extranjero es sinónimo de descubrimiento culinario. Mayotte es un ejemplo perfecto de mezclas de sabores mahoranos y africanos. En el menú: “mabawa”, alitas de pollo a la parrilla, “mataba”, pechugas de yuca cocidas en leche de coco, o pescado fresco como el mero, el pez espada y la lima kaffir a la parrilla… La cocina local es variada y degustada en los numerosos restaurantes de la isla.

9. Un país con una rica historia

Anclada en su entorno regional, la isla ha sufrido, durante más de 10 siglos de historia, influencias africanas, orientales, indias, europeas y malgaches. Los primeros habitantes llegaron de África y Madagascar se estableció en el siglo VIII. En el siglo IX, los comerciantes árabes crearon los primeros puestos de comercio e introdujeron con ellos el Islam en la isla. A partir del siglo XIII, la isla pasa a formar parte del clan de clanes de la costa swahili y de la costa de Arabia del Sur, y en el siglo XVI, los emigrantes shirazianos se establecen en los sultanatos de la isla. Una gran división reinará sobre el archipiélago de las Comoras. Luego viene la era de los “sultanes combatientes” y luego las invasiones malgaches. Adriantsouli, ex rey Sakalave convertido al Islam, que se proclamó sultán de la isla, entrega este último a Francia el 25 de abril de 1841. Usted será testigo, durante su viaje, de este rico pasado visitando los lugares arqueológicos de Dembeni, el minarete de la mezquita de Tsingoni, los mausoleos shirazi de Tsingoni o la antigua prefectura diseñada por Gustave Eiffel, por nombrar algunos.

10. Gente acogedora

El descubrimiento de los habitantes es uno de los aspectos más importantes del viaje. Los Mahorais siempre reservan una cálida bienvenida a sus invitados al ritmo de los bailes y cantos invitándolos a compartir, con entusiasmo, un momento privilegiado del folclore local.
Si hay actuaciones que no hay que perderse durante el viaje, la primera de ellas será el descubrimiento de los ritmos y bailes mahoranos. Mayotte conoce diferentes tipos de música incluyendo “m’godro”, música local inspirada en la salégy o saleg, una música malgache. Los bailes son muchos y variados. El más conocido es el “m’biwi”, que debe su nombre al instrumento hecho de dos piezas de bambú golpeadas juntas. También son dignos de mención Le Chigoma, un baile que se celebra en una ocasión de boda, la Deba reservada exclusivamente a las mujeres durante el festival Brandra-Bandra y la Wadaha de origen bantú, que se baila con una pala y un mortero.
Las mujeres dan mucha importancia a su belleza. Llevan el Saluva, un gran tubo de algodón atado alrededor del pecho, elegante vestido de la mujer mahorana por excelencia. También llevan en la cara, el m’zindzano, pasta de sándalo que se usa como máscara completa o en decoraciones delicadas para enfatizar los rasgos finos de la cara.

¡Con tantas virtudes, la isla de Mayotte y sus habitantes le esperan muy pronto entre sus futuros visitantes!